Herramientas cuando tu bebé no habla

Como comentamos en el post anterior, el habla y la comunicación van mucho más allá de lo que podemos imaginar, y marcan muchas cuestiones en nuestros niños y niñas, no solo sociales, sino de desarrollo en general.

Pero, como padres, ¿podemos ayudar?

Claro que podemos. Y aquí os dejamos claves importantes a tener en cuenta. Claves que nosotros hemos desarrollado y que tratamos de tener en cuenta día a día. Que no hacen milagros, pero sí nos ayudan a apoyarles.

1- Escucha a tu peque:

Cuando hablo de escuchar, no me refiero exclusivamente a la escucha desde las orejas, la escucha de los sonidos. Escuchar para mi es mucho más. Implica una actitud de disposición hacia el bebé, implica recibir información con todos nuestros sentidos. Podemos escuchar si gorgea y el tono en el que lo hace, pero también podemos escuchar cómo respira (si es nasal o bucal), o cómo reacciona ante un ruido fuerte ( si se tensa mucho, o si no hay reacción), o cómo responde su cuerpo ante una caricia o el roce de una esponja (quizás se le eriza la piel, tal vez se pone tenso, retira la mano donde lo siente, no tiene reacción alguna...), o frente a un cambio de temperatura, o a una determinada postura en la que le ponemos, o a la voz de alguien en particular... Escuchar es abrir todos nuestros sentidos para tratar de comprender cómo recibe nuestro bebé lo que le rodea.

2- Responde siempre:

Todos estamos agotados, sé que es muy difícil (lo sé, de verdad que sí), pero es importante nuestra respuesta. Cuando respondemos mostramos a nuestro bebé lo que es la comunicación. Le mostramos a nuestro bebé que estamos para él o ella y que estamos atentos a lo que nos cuenta no solo su voz (que tal vez no tiene lenguaje verbal ni nunca lo tenga), sino con todo su cuerpo. Le descubrimos que tiene muchas herramientas de comunicación que puede utilizar y gracias a las que podemos comprenderle.

3- Aprovecha para responder activamente:

No es solo que sepas que le has entendido, es que tu bebé o peque lo sienta... ¿Se pone nervioso en presencia de muchas personas en una reunión familiar o centro comercial? Tal vez necesita que le expreses que lo entiendes, que le ofrezcas un espacio en el que se sienta más tranquilo y pueda expresarse a su modo. Tal vez has de reevaluar si es absolutamente necesario exponerle a esas situaciones o puedes hacer las cosas de otro modo. ¿Le disgusta que le cambies el pañal? Quizás le puedes explicar que lo entiendes, que estás ahí para atenderle, que intentarás que se sienta lo mejor posible porque no es evitable cambiarle ese pañal, que es un cuidado que le ofreces porque le amas... o tal vez cambiar la rutina de cambio de pañal, buscar otro modo, entorno o ritmo. ¿Le gusta cuando le acaricias? Aprovecha para expresarle que le acaricias porque le quieres y que, si le gusta, seguirás haciéndolo para que ambos lo disfrutéis.

4- Expresa emociones:

Cuando hablamos de emociones los peques reciben mucho más que palabras, reciben un sentir, una sensación, y eso es algo muy positivo porque estimula áreas de su cerebro fundamentales para su desarrollo general. A veces las emociones llegarán de ti y en otras ocasiones expresarás las que crees que ellos viven desde el vínculo que os une y la empatía. Y así su sentir y el tuyo os permitirán una comunicación mucho más allá de las palabras y esas palabras se quedarán mucho más grabadas. Aprovecha también para dar nombre a emociones, porque la parte de desarrollo y educación emocional tiene un gran peso en nuestros peques. Es muy importante entender y expresar nuestras emociones para poder vivirlas y comprenderlas, no solo identificar las de los demás.

5- Busca lo que le gusta y úsalo:

¿A tu peque le gustan los coches, los cubos de colores, los peluches, los animales de plástico o cualquier otro juguete especialmente? Ayúdale a construir historias con ellos, no tienen que ser muy complejas y os servirán para hablar de emociones, relaciones, colores, formas, números... ¡Las posibilidades son infinitas! Especial mención si a tu peque le gusta la música, pues ahí tienes una variedad de herramientas casi infinita que puedes utilizar para jugar juntos. Por ejemplo, a Pablo le encanta la música, y utilizamos campanas musicales para escuchar diferentes notas, que para él son sonidos que aprende a discriminar y a imitar. Más adelante, jugaremos a crear historias con esos sonido o a tocar música, ¡lo que él decida!

6- Se su madre/padre:

Las madres y padres de peques con dificultades de desarrollo o enfermedades tenemos habitualmente un componente claro de cuidadores más allá de lo habitual. Estamos pendientes de cómo podemos apoyar eso que sabemos que necesitan para avanzar, de crear actividades y buscar herramientas día a día... Y a veces nos olvidamos de ser sus padres, de permitirnos ser sus padres. Y es fundamental reservarnos un espacio para ser, sin más, madres y padres. Ellos lo necesitan, nos necesitan. Y nosotros también. Sino, las relaciones familiares, el entorno en el que vivimos y sentimos, en el que se desarrollan, también se altera y todo es más difícil para todos.

7- Busca ayuda:

Si sabes que tu peque tiene un transtorno del lenguaje o una dificultad en el desarrollo, no dudes en acudir a un profesional. Tú eres su madre o padre, nadie le conoce mejor que tú, pero los profesionales tienen una visión objetiva y desde el conocimiento de las dificultades y las herramientas a usar que son la combinación perfecta para ayudar a tu peque. Llévale a un/a Logopeda, a un Médico Rehabilitador o consulta con el Pediatra. Ambos, tu peque y tú, os merecéis todo el apoyo. Y pedir ayuda no es de débiles, sino de personas con recursos.

Bueno, creo que ya os he contado lo fundamental... Ahora os dejo, que me espera mi pequeño héroe para ser su mamá.

Bea Fernández, mamá de un pequeño héroe

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